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| Alumnos de bandas de música locales interpretan música de Bach ante el público,junto a los músicos del Festival. |
Ha contado con músicos de prestigio internacional y se ha desarrollado en escenarios únicos como la antigua iglesia de los Jesuitas o el castillo
Segura de la Sierra ha sido el marco espectacular que ha acogido 'Música en Segura', festival de música clásica y flamenco, que se ha desarrollado del 14 al 18 de mayo en edificios históricos, como la antigua Iglesia de los Jesuitas y el castillo que corona el pueblo.
El festival ha contado con músicos de prestigio internacional, como Garnati Ensemble, la acordeonista clásica letona Kesenija Sidorova, la flautista británica Rosanna Ter-Berg, el arpista José Antoni Domené y el clarinetista Daniel Broncano. La representación del flamenco ha corrido a cargo de Ricardo Fernández del Moral, ganador del galardón Lámpara Minera 2012.
María Prieto, de la Asociación 'Amigos de Música en Segura', afirmó que «el llenazo que hemos registrado en todos los conciertos ha desbordado nuestras mejores expectativas; ni siquiera instalando butacas adicionales hemos podido dar cabida a todas las personas que han venido a los conciertos». El éxito no ha sido de extrañar, ya que, según el crítico musical Óscar del Canto, «'Música en Segura' ha logrado unas elevadas cotas de calidad artística, que nada tienen que envidiar a otros festivales de mucha más pompa y relumbrón y que cuentan con presupuestos mucho mayores. Una propuesta dirigida por personas conocedoras y amantes de la música que han puesto toda su ilusión y empeño en sacarla adelante con ímprobos esfuerzos y mostrando una enorme competencia».
Por su parte Daniel Broncano, director del festival, se siente «profundamente emocionado por la vibrante respuesta del público y por la generosidad de tantas personas que han apoyado el festival de forma desinteresada». «No era fácil traer música de este nivel a un pueblo de 200 habitantes en medio de las montañas de Jaén, pero entre todos hemos hecho realidad un sueño largamente acariciado».
Para Francisco Jiménez, hostelero de Segura de la Sierra, 'Música en Segura' supone todo un cambio en los parámetros de ocupación de nuestro sector. La media anual es de 1,9 pernoctaciones por visitante con un consumo en el restaurante inferior a una comida o cena. Durante la realización del estival ha sido de 5 pernoctaciones, con un consumo de 9 comidas o cenas, y además en temporada baja. En cuanto al nutrido grupo de turistas británicos que han asistido al festival, Jiménez afirmó que «se han ido encantados por la calidad tanto de la música como del entorno. De hecho, la agencia Whibley, con la que han venido, quiere repetir».
También la alcaldesa de Segura de la Sierra, Esperanza Chinchilla, se mostró entusiasmada con el festival. «Música en Segura supone una promoción para nuestro pueblo a todos los niveles, aportando una riqueza que es muy de valorar en los tiempos que vivimos. Seguiremos apoyando todo lo que repercuta en bien de la cultura y el desarrollo de nuestro pueblo», aseguró Chinchilla.
Los organizadores del festival valoran especialmente la opinión del holandés Arnout van der Veer, de la fundación Henri Moerel, dedicada a la promoción de proyectos musicales innovadores: «Estamos muy sorprendidos por la calidad artística y por este ambiente genial. No conocíamos el interior de España y ¡nos encanta!. Segura parece un sitio perfecto para un festival así, por lo que esperamos que dure muchos años. Al menos nosotros, volveremos».
Fuente de inspiración
Los propios músicos han quedado impactados por la calurosa acogida recibida y por el delicioso ambiente rural de Segura de la Sierra. «Este festival ha sido algo muy especial -declara el violinista Pablo Martos- por celebrarse en medio de la naturaleza, y eso es una fuente de inspiración increíble para los músicos y también para el público, porque el ambiente relajado predispone para entregarse al disfrute de la música».
Parecidas sensaciones ha vivido el cantaor y tocaor flamenco Ricardo Fernández del Moral, para quien «es alucinante conseguir hacer un festival en un lugar como este», elogiando «la acústica y la magia» de los lugares donde se han celebrado los conciertos, así como la «acogida y el trato exquisito recibidos tanto de la gente del pueblo como de la organización del festival». Además, Fernández del Moral se declaró muy satisfecho porque «compaginar música clásica y flamenco en un mismo concierto permite llegar a nuevos públicos».
Niños y mayores
El festival ha tenido también una vertiente educativa. Música en Segura ha ofrecido dos conciertos didácticos para quinientos escolares y clases magistrales gratuitas de diversos instrumentos para estudiantes de música de la Sierra de Segura. «La masterclass de Kesenija Sidorova ha sido un punto de inflexión para mis hijos», aseguró Jesús Domínguez, médico de Segura y padre de dos niños estudiantes de acordeón. «Kenija, que tiene todo para llevar el acordeón a las mejores orquestas del mundo, ha hecho un derroche de habilidades didácticas, de pedagogía y de sensibilidad».
Por su parte, un grupo de jóvenes pertenecientes a las bandas de música de Cortijos Nuevos y Arroyo del Ojanco tuvieron la oportunidad de tocar para el público, junto a los músicos del festival, algunos fragmentos de la Variaciones Goldberg de J. S. Bach. «No solo queremos situar a Segura en el mapa del turismo cultural europeo, sino ayudar a crear cantera musical local», afirmó Isabel Aguilera, profesora de Orcera y miembro de la asociación organizadora.
Segura de la Sierra ha sido el marco espectacular que ha acogido 'Música en Segura', festival de música clásica y flamenco, que se ha desarrollado del 14 al 18 de mayo en edificios históricos, como la antigua Iglesia de los Jesuitas y el castillo que corona el pueblo.
El festival ha contado con músicos de prestigio internacional, como Garnati Ensemble, la acordeonista clásica letona Kesenija Sidorova, la flautista británica Rosanna Ter-Berg, el arpista José Antoni Domené y el clarinetista Daniel Broncano. La representación del flamenco ha corrido a cargo de Ricardo Fernández del Moral, ganador del galardón Lámpara Minera 2012.
María Prieto, de la Asociación 'Amigos de Música en Segura', afirmó que «el llenazo que hemos registrado en todos los conciertos ha desbordado nuestras mejores expectativas; ni siquiera instalando butacas adicionales hemos podido dar cabida a todas las personas que han venido a los conciertos». El éxito no ha sido de extrañar, ya que, según el crítico musical Óscar del Canto, «'Música en Segura' ha logrado unas elevadas cotas de calidad artística, que nada tienen que envidiar a otros festivales de mucha más pompa y relumbrón y que cuentan con presupuestos mucho mayores. Una propuesta dirigida por personas conocedoras y amantes de la música que han puesto toda su ilusión y empeño en sacarla adelante con ímprobos esfuerzos y mostrando una enorme competencia».
Por su parte Daniel Broncano, director del festival, se siente «profundamente emocionado por la vibrante respuesta del público y por la generosidad de tantas personas que han apoyado el festival de forma desinteresada». «No era fácil traer música de este nivel a un pueblo de 200 habitantes en medio de las montañas de Jaén, pero entre todos hemos hecho realidad un sueño largamente acariciado».
Para Francisco Jiménez, hostelero de Segura de la Sierra, 'Música en Segura' supone todo un cambio en los parámetros de ocupación de nuestro sector. La media anual es de 1,9 pernoctaciones por visitante con un consumo en el restaurante inferior a una comida o cena. Durante la realización del estival ha sido de 5 pernoctaciones, con un consumo de 9 comidas o cenas, y además en temporada baja. En cuanto al nutrido grupo de turistas británicos que han asistido al festival, Jiménez afirmó que «se han ido encantados por la calidad tanto de la música como del entorno. De hecho, la agencia Whibley, con la que han venido, quiere repetir».
También la alcaldesa de Segura de la Sierra, Esperanza Chinchilla, se mostró entusiasmada con el festival. «Música en Segura supone una promoción para nuestro pueblo a todos los niveles, aportando una riqueza que es muy de valorar en los tiempos que vivimos. Seguiremos apoyando todo lo que repercuta en bien de la cultura y el desarrollo de nuestro pueblo», aseguró Chinchilla.
Los organizadores del festival valoran especialmente la opinión del holandés Arnout van der Veer, de la fundación Henri Moerel, dedicada a la promoción de proyectos musicales innovadores: «Estamos muy sorprendidos por la calidad artística y por este ambiente genial. No conocíamos el interior de España y ¡nos encanta!. Segura parece un sitio perfecto para un festival así, por lo que esperamos que dure muchos años. Al menos nosotros, volveremos».
Fuente de inspiración
Los propios músicos han quedado impactados por la calurosa acogida recibida y por el delicioso ambiente rural de Segura de la Sierra. «Este festival ha sido algo muy especial -declara el violinista Pablo Martos- por celebrarse en medio de la naturaleza, y eso es una fuente de inspiración increíble para los músicos y también para el público, porque el ambiente relajado predispone para entregarse al disfrute de la música».
Parecidas sensaciones ha vivido el cantaor y tocaor flamenco Ricardo Fernández del Moral, para quien «es alucinante conseguir hacer un festival en un lugar como este», elogiando «la acústica y la magia» de los lugares donde se han celebrado los conciertos, así como la «acogida y el trato exquisito recibidos tanto de la gente del pueblo como de la organización del festival». Además, Fernández del Moral se declaró muy satisfecho porque «compaginar música clásica y flamenco en un mismo concierto permite llegar a nuevos públicos».
Niños y mayores
El festival ha tenido también una vertiente educativa. Música en Segura ha ofrecido dos conciertos didácticos para quinientos escolares y clases magistrales gratuitas de diversos instrumentos para estudiantes de música de la Sierra de Segura. «La masterclass de Kesenija Sidorova ha sido un punto de inflexión para mis hijos», aseguró Jesús Domínguez, médico de Segura y padre de dos niños estudiantes de acordeón. «Kenija, que tiene todo para llevar el acordeón a las mejores orquestas del mundo, ha hecho un derroche de habilidades didácticas, de pedagogía y de sensibilidad».
Por su parte, un grupo de jóvenes pertenecientes a las bandas de música de Cortijos Nuevos y Arroyo del Ojanco tuvieron la oportunidad de tocar para el público, junto a los músicos del festival, algunos fragmentos de la Variaciones Goldberg de J. S. Bach. «No solo queremos situar a Segura en el mapa del turismo cultural europeo, sino ayudar a crear cantera musical local», afirmó Isabel Aguilera, profesora de Orcera y miembro de la asociación organizadora.
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